El mundo de la ciberseguridad se caracteriza por la lucha constante contra todo tipo de amenazas, entre ellas los virus o el malware. En muchas ocasiones, esta lucha dependerá del índice de concienciación del empleado pero en otras, de las políticas que la empresa tenga implementadas para su funcionamiento diario.
Contar con una política antimalware será primordial para evitar las infecciones o los riesgos a los que pueda estar expuesta nuestra empresa. Adicionalmente, esta deberá ser conocida por todos los empleados de la organización y su puesta en práctica, debidamente revisada y auditada.
Configure las herramientas de protección de malware
Realiza controles automáticos y periódicos.
Realiza comprobaciones automáticas de ficheros adjuntos al correo o de aquellos que se descarguen de cualquier página web.
Bloquee el acceso a aplicaciones basándose en una política de listas negras, y que permita el acceso a aquellas que se encuentren en listas blancas;
Permite analizar páginas web para detectar posibles amenazas.
¿Qué es una herramienta antimalware?
Se trata de herramientas destinadas a la protección de sistemas informáticos, independientemente de que sean servidores, ordenadores, tablets, smartphones o cualquier otro dispositivo, frente a cualquier tipo de software malicioso, comúnmente conocido como malware, que pudiera afectarles, es decir, estas herramientas detectan y eliminan aquellas aplicaciones o archivos que identifica como malware.
El software malicioso tiene como objetivo dañar o modificar el dispositivo para controlarlo o robar la información. Para tratar de infectarlo, los ciberdelincuentes harán uso de multitud de técnicas, como la ingeniería social y utilizarán distintas vías de entrada, como páginas web, correos electrónicos con archivos adjuntos, dispositivos de almacenamiento, etc.
Tipos de productos antimalware
Los virus son sólo un tipo de malware. Aunque los virus siguen existiendo, hay otras formas de malware que son más comunes hoy en día.
El adware es un software no deseado diseñado para mostrar anuncios en su pantalla, con frecuencia en un navegador web pero a veces también en apps para móviles.
El spyware es malware que observa en secreto las actividades del usuario en su equipo, sin su permiso, y transmite esta información al autor del software.
Un virus es malware que se adjunta a otro programa y, cuando se activa, se replica modificando otros programas informáticos e infectándolos con su propio código.
Los gusanos son un tipo de malware que se asemeja a los virus en que ambos se propagan, pero no requieren la interacción del usuario para activarse.
Un troyano, o caballo de Troya, es más un método de propagación para infecciones que un tipo de infección en sí misma.
El ransomware es un tipo de malware que bloquea el acceso del usuario al dispositivo o cifra sus archivos y después lo fuerza a pagar un rescate para devolvérselos.
Un rootkit es un tipo de malware que proporciona al atacante privilegios de administrador en el sistema infectado y se oculta activamente del usuario habitual del equipo.
La minería de criptomonedas maliciosa, también denominada minería involuntaria o cryptojacking, es un malware, o ataque basado en navegador, cada vez más frecuente que se distribuye a través de múltiples métodos de ataque, incluidos spam, descargas involuntarias y aplicaciones y extensiones fraudulentas.
Los exploits son un tipo de amenaza que aprovecha los errores y vulnerabilidades de un sistema para que el creador del exploit transmita el malware.
Recomendaciones para mantenerte ciberseguro
Mantén los sistemas actualizados, ya que de esta manera, además de tener las últimas funcionalidades, tendremos los últimos parches de seguridad.
La concienciación es indispensable para que los empleados de una organización hagan un uso correcto de los sistemas corporativos y cumplan con la política de seguridad que la empresa tenga establecida.
Evita descargar e instalar cualquier aplicación obtenida en sitios web que no ofrezcan garantías.
A la hora de comunicarte con los clientes, haz uso de redes seguras. Utiliza cifrado cuando esa información sea especialmente sensible.
Realiza copias de seguridad periódicas. Incluye los datos que deban ser protegidos. También debes asegurarte de conocer los procedimientos de restauración de copias de seguridad.
Cada vez que un programa anti-malware analiza un archivo ejecutable, examina la estructura global, la lógica de programación y los datos del programa. Al mismo tiempo, busca elementos como instrucciones inusuales o código basura. De esta forma, evalúa la probabilidad de que el programa contenga malware.
Contar con una política antimalware será especialmente necesario para poder prevenir infecciones que repercutan en el tratamiento de información de la empresa y para saber qué hay que hacer ante un incidente de seguridad de este tipo. Esto será vital, sobre todo, si para el desarrollo de la actividad de la empresa es necesario estar conectados a Internet o hacer uso de dispositivos de almacenamiento externo.
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